Un gran sitio web atrae a los compradores interesados, les ofrece las ofertas que desean y luego los convence para que actúen. ¿Cómo ocurre esto? La respuesta es la psicología del comprador, señala la agencia de publicidad Marbella Andar.
La psicología del comprador requiere una clara comprensión de quiénes son sus clientes potenciales. Entender qué es lo que buscan. Presentar una oferta irresistible que les haga pasar a la acción. Aquí están las 5 A’s de la psicología del comprador y la conversión.
Audiencia: Tienes que saber quiénes son tus mejores clientes potenciales y qué les motiva. ¿A qué problemas se enfrentan? ¿Cuáles son los desencadenantes que les llevan a actuar? ¿Dónde pasan el tiempo buscando respuestas?
Atracción: La gente busca soluciones a un problema o una necesidad. Utilizan los motores de búsqueda y utilizan los resultados de la búsqueda orgánica o los anuncios de la búsqueda de pago. En ambos casos, buscan utilizando frases de palabras clave. Utilice frases más largas (3-5 palabras) que sean específicas y que consigan mejores conversiones.
Acérquese: Cuando lleguen a su sitio web, salúdelos con la solución que están buscando. Demuestre que tiene la mejor solución mostrando claramente sus ventajas y beneficios. Guíelos por su secuencia de venta y muestre después sus características y especificaciones.
Garantía: Genere confianza en cada paso. Empiece con un sitio web de aspecto profesional y creíble. Tranquilice con el uso de logotipos de confianza, política de privacidad, testimonios y políticas de devolución. Muestre su número de teléfono y su dirección en cada página para demostrar que es un negocio real.
Acción: Ofrezca un camino claro y visible hacia la acción. Facilite el registro, la solicitud de información o la compra. Coloque su llamada a la acción por encima del pliegue y haga que destaque. Hágala muy convincente e irresistible.
La psicología del comprador significa tener un claro conocimiento de sus mejores compradores, sus motivaciones y sus desencadenantes. Los mejores sitios web son sencillos y centrados, lo que facilita la acción. Proporcionan elementos que generan confianza y responden a la pregunta «¿Por qué debería confiar en ti?»